Yo estuve la semana pasada por ahí y fue un total fiasco, el local es una pena, no hay jabón, en la habitación no hay luz, no hay cama, solo una camilla de masaje súper incómoda y un diminuto sofá, durante toda la accion tuve que estar parado, al final salí más adolorido que relajado, y sobre el rendimiento de Johana tampoco hay mucho que decir oral al natural y movimientos mediocres, lo único rescatable es su amabilidad y nada más.