Yo recuerdo haberle cogido a la empleada de una familia de extranjeros que se mudó a mi barrio. La empleada estaba mejor que la señora y la hija de esa familia. Al comienzo pensamos que era parte de la familia, por su manera de ser, de vestir y su estado en general(tenía un culo tremendo y parado). Era muy fina y casi no se daba con la gente del barrio.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que la mina empiece a ambientarse en el barrio y comience a echar tema con el vecindario. Una vecina y pendeja de uno de los perros (bastante puta, por cierto) tuvo que intervenir para que la piba afloje. Recuerdo que los perros estábamos ansiosos por darle masa a la empleada.
A mi me había tocado una noche de verano, ínterin que llegaba de lo de mi pendeja. Al pasar frente a la casa de los extranjeros, vi que la mina estaba tomando tereré en la vereda. Recuerdo haber dejado el auto en casa y volví hasta donde ella. Hablamos un rato y al siguiente ya me estaba chupando la pija. Por cierto, hasta ahora, creo que fue una de las mejores mamadas que me dieron.
La familia con quien ella vivía era de viajar constantemente, así que quedaba la empleada a cargo de la casa (tremenda mansión, por cierto) y ahí armábamos unas cogidas tremendas con la perrada del barrio.
Uno de mis cuates tenía una novia que era promotora (era más puta que una gallina clueca). Recuerdo que su pendeja (la promotora) era la encargada de traer dos amigas más y, junto con la hermana de la empleada, que también se prendía sin problemas, armábamos un puterío de la gran siete. Solíamos ser de cinco a siete parejas por ahí.
Unos dos o tres meses por ahí tuvimos esa rutina, después ya empezaron a romper las bolas algunos vecinos del barrio que "pillaron" lo que ahí pasaba cuando los dueños iban de viaje.
En fin, fue bueno mientras duró.