Paula estaba en otro escalón, otro nivel. Una Ferrari, una Lamborghini la niña. Su trato, sus "habilidades", el fisicazo que se mandaba. Todos los días, por lo menos 2 veces, miro con mi amiguito si su Whatsap no volvió a activarse. Esa tarde de sábado en que el pelado informaba del primer caso de Covid en la republiqueta, en el dpto de Rojas Silva, la morocha me estaba llevando a otra dimensión, una vez más