Esta historia es con la empleada en mi trabajo.
Me cuenta que al día siguiente es su cumpleaños y me pide regalito, le dije que le quiero dar uno especial pero le quiero dar a solas, ella mostró mucho interes y me dijo que es dificil para ella en otro lugar por su trabajo y marido, ok le dije veni temprano cuando nadie molesta en mi oficina, le gustó la idea.
Al día siguiente le indico con señas que la espero, al rato toca la puerta, la hago pasar, le doy un presente y le digo que viene con otro premio, me pregunta cuál, le digo que cierre los ojos, me siguió la corriente todo el tiempo así que me decidí a besarla sin preguntarle y sin tramites ella aceptó con mucho gusto, al comienzo ella fue timida en su beso, pero al momento ya comenzó a abrir más la boca y a jugar más con su lengua, como se que el tiempo nos jugaba en contra, me senté para subirla sobre mi y ella no opuso resistencia, metí la mano bajo su camisa y la abrazo fuerte, ella ya comenzó a gemir (eso ya me dijo todo, quería y estaba abierta a todo)
Debajo de la camisa le desabrocho el corpiño y le aprieto peson por pesón mientras que con la otra mano ya le meto en el pantalón hacia atrás, me gusto porque ella tiene un culo duro y bien redondo, y se puso una tanguita, me divertí mucho metiendo mi mano entre sus grandes cachetes y mi otra mano en sus tetas y besandola apacionadamente.
Ella ya comenzó a moverse sola, entonces la ayudo a que me toque el amigo, pero no esperó mucho y se bajó para desabrocharme el pantalón, bajarlo y dejar al descubierto a mi campeón, se arrodilló y me dio un pete medio extraño (eso es lo que primero pensé, porque medio acelerado lo hizo y con mucha silaba) pero después se disipó mi sorpresa porque lo que estaba haciendo era lubricarlo porque al notar ella que lo mojó bien se dio la vuelta y comenzó a meterselo por el asterisco, esta era la primera vez que sin pedir una mina mete a mi amigo a su puerta trasera, se sentía duro al entrar y volvió a hacerme el pete rápido y mojado, y rápido se dio la vuelta para meterseló por su lindo culo, era una escena fantástica porque como tiene un culo de buen calibre ella tenía que abrir los cachetes con sus manos así unicamente se podía ver y acceder al asterísco, y comenzó bien despacio, de a poco lo metía hasta que entró todo y comenzó de arriba a abajo un poco lento, se la sentía un poco dura porque le dolía, por falta de lubricante, pero al fin después de unos suaves movimientos ya podíamos movernos con más facilidad.
Ya no aguanté más y me paré, sin sacar al amigo del buen lugar donde estaba, y la mandé contra la pared, ella apoyaba sus manos para poder recibir con fuerza mis embestidas, la cara se le retorcía, pero teníamos que hacerlo bien callado para que no se escuche fuera de la ofis.
Pero no pasó mucho tiempo en darnos cuenta de que no estabamos en nuestras casas o en un telo, y nos bajamos los decideles sin necesidad de ablarlo, así que con mucha lástima paramos, nos vestimos y antes que se vaya nos dimos unos ricos besos con un fuerte abrazo y nos despedimos con la típica frase "me quedé con las ganas"
Los días pasan y todavía ella no afloja con un horario para llevarle al telo, pero nos vemos todos los días como si nada, se nota que yo soy una mancha más de tigre para ella (aunque en realidad es en ambos), pero le recuerdo de vez en cuando que tenemos pendiente y con mucha lástima me dice que hace lo posible para encontrar el momento, pero ese día llegará y ya se los haré saber amigos.
Espero que les haya gustado mis amigos.
Saludos
Lubrichón