Para el ignorante ...
El sexo en el tercer trimestre de embarazo
Es el trimestre en el que el sexo parece ser más complicado, sobretodo por una cuestión física. La barriga tiene ya un tamaño considerable, la mujer puede sentirse más cansada y pesada y el bebé se mueve más y con más fuerza. A la hora de elegir la posición conviene buscar una en la que ambos estén cómodos.
La postura del misionero, por el tamaño de la barriga, puede ser complicada (si el hombre tiene barriga también ya ni te cuento), además de molesta para la mujer, pues el peso de la barriga sobre su propio cuerpo puede serle poco cómodo. Se suele decir que las mejores posiciones son aquellas en las que la barriga no choque con el hombre, es decir, estando la mujer encima del hombre o de espaldas a él, ya sea tumbada o a cuatro patas.
Respetando el deseo de ambos
En cualquier caso, tanto el hombre como la mujer deben estar de acuerdo en mantener relaciones. Hay mujeres a las que no les apetece hacer el amor durante el embarazo y hay otras cuya libido parece dispararse. De igual modo, hay hombres para los que la tripa de embarazada es erótica y otros que sienten un cierto rechazo o que sienten miedo o respeto y prefieren no hacer nada.
Lo importante es respetar el deseo de la pareja si no quiere mantener relaciones sexuales y, en todo caso, hablarlo para aclarar dudas, buscar ayuda profesional si es preciso (que ayude a esclarecer conceptos) o buscar un punto en el que los dos estén cómodos (quizás con más caricias, más despacito, más...).
No es probable que se desencadene el parto
Algunas parejas evitan mantener relaciones sexuales durante las últimas semanas por miedo a que se desencadene el parto. Es cierto que durante un orgasmo se producen contracciones uterinas, sin embargo son muy suaves en comparación a las que suceden durante el parto y, por lo tanto, es muy improbable que el parto se adelante.
Hasta hace no mucho se decía que el sexo podía ayudar a ello, ya que además el semen del hombre contiene prostaglandinas, que ablandan el músculo uterino y lo preparan para las contracciones. Sin embargo, la cantidad es muy pequeña y no llega a ser suficiente.
La realidad es que, pese a que mantener relaciones sexuales no parece ayudar a adelantar el parto, puede ser recomendable para aliviar tensiones, tranquilizar por ende al bebé y para ir a dar a luz más relajada (además, dicen que ayuda a preparar el perineo para la dilatación a la que se verá sometido