Bueno ya está funcional nuevamente la página así que aquí lo dicho.
En principio puede parecer que se trate de lo más normal que pueda haber y ya intuirán a qué viene el cuento, además aprovecharé para explayarme en observaciones.
Se trata de una experiencia con una ex novia. En una ocasión en que fui a su casa. Ella vivía con sus padres y todos estaban, recibieron visitas de unos tíos suyos, así que mientras estaban en el corredor, nos quedamos en la sala viendo una peli. Y es que estábamos muy apegados, y con caricias aquí y allá (era normal también con ella, nada fuera de lugar). Cosa que se fue intensificando. Situación bien común, o tal vez frecuente, pues comentando con amigos me han dejado saber que mantener relaciones en espacios públicos es casi una regla. En eso yo había tenido mis propias experiencias con otras novias así que corroboro; pasa que en esas veces (y eso que no es de mis prácticas favoritas) me tocó ver que tras ese tipo de aventurones la compañía de turno quedaba a un mil por mil. Como decía nada extraordinario ni tampoco descubro marte; sino que la particularidad estaba en que esta vez mi compañera de turno era quien me ponía a mí al mil por mil. Si bien había salido con muy lindas chicas, entre todo ella tenía la almeja más sabrosa que había probado, que tan solo al palparla, al apoyar mis manos allí y sentir su suavidad, el recordar esos placeres me transportaba esta vez diría a Venus quizás. Como estábamos empezando en esa vez, y descubrí que no llevaba ropa interior, llevaba una blusita gris un poco floja, y shorcitos negros tipo vaquero bien corto, a través de los que me sentía en el paraíso con ella. La masturbaba y ella gemía. Mientras la manoseaba en cada parte que podía ella comenzó a hacerme lo mismo en esa posición y a frotarse por mi con movimientos supersensuales. Por la ventana alcanzábamos a ver un poco las siluetas de su gente que estaban en una amena charla. Hasta ese entonces no había riesgo mayor aparente, si viniesen lo veríamos. Solo quedaba disfrutar el momento. Así fue, ya nuestras partes íntimas quedaron al descubierto, y así nos gozábamos el uno al otro con caricia. Entonces comenzaron a buscarla en ese momento, su hermano quería pedirle que le explique como llegar a un lugar al que quería ir. Hasta allí llegamos, nos pusimos a hablar con el y guiarle en las direcciones.
Bueno, pues eso sería este pequeño relato. Tengan un buen día y a disfrutar de la vida, y de las buenas prácticas sexuales que es lo que aquí nos atañe y trae