chevalier71

Hola Dian. Perdón, es que las fotos de perfil me confunden. Brad Piter parece un mapache zombie, un ente no humano. Como te decía, a las niñas nada de nada. Son niñas y mejor que hagan cosas de niñas. A las mujeres, la verdad es que siempre fui medio tímido. Las que se enamoraron de mi quizás lo hicieron porque suelo ser buen tipo, o porque les gustaron mis ojos o porque tengo una pija considerablemente grande. Vaya uno a saber. Por ahí fue porque tuve suerte y listo. Eso es lo más probable.

Dian, antes que nada, pregunto yo ¿Sos chica o chico? Veo tu foto y me quedo confundido. Pues bien, lo que puedo decir es que no las acorralaba y, menos todavía, a las niñas. No es que me haga el moralista. Pero quiero que sean mayores y que haya consentimiento. Luego viene todo lo demás. La charla, las miradas, los roces, los besos. Si me preguntás que las enamora más, creo yo que son mis jadeos y mi porte de animal silvestre. No sé, decime vos.

Como quisiera ser pescado para quedarme enredado en esas redes.

¡Locura total!

¡Qué buena estás, Andy Panda! Me dan ganas de invitarte a cenar cualquiera de estas noches, abrir un vino tinto y bailar boleros contigo hasta que ardan las estrellas.

¡Muy linda la Lulú! Vos sabés que se parece un poco a mi prima.

¡Qué capo, Obi! Dos en un día. Quién como vos, que te sobran los billetes. Sana envidia.

Ya me imagino ¡Litros de adrenalina en las venas!

¿El tanque de Corposana? ¡Esa sí que no la conocía! Por favor, contá más ¿Era parada de dulces señoritas o de gentiles travestis?

¡Trabajabas cerca de la heladería "Brasil". ¡Vaya local de antaño! Creo haber tomado una vez un helado allí. Horrible, por cierto. Respecto a los lupanares que citás, nunca pisé alguno. Siempre fui de los tipos distraídos, que pasan por la vida sin percatarse de las grandes experiencias que te esperan a la vuelta de la esquina. Espero que alguno de estos días el señor Putaso me reciba cordialmente y me invite a deleitarme con los cariños de sus amigas.

jojojo... Sí, al almacén lo ubico. yo vivía sobre Caballero, entre República de Colombia y Rodríguez de Francia, en la loma. ¿Ña Perla es la señora con un lunar grande cera de la boca?

Chico del norte, yo vivía cerca de esa zona, pero no recuerdo lupanares por allí. De todas formas, ese barrio es mágico. Detrás de cada puerta le espera una sorpresa a los que saben ver.

¡Locura! ¿Sigue abierto ese local de la terminal? ¿Qué hay por allí ahora? Lugares de sexo barato y bueno.

¡Benito! ¡Vecino-cue! ¿Dónde quedaba el lugar donde trabajabas? ¿A qué rubro te dedicabas? ¿Llegaste a conocer el bar de la chilena (ya no recuerdo su nombre), ese antro que quedaba sobre la calle Teniente Fariña, a dos o tres cuadras del Pinus?

¡Ey, Mr. Bean! Contá... ¿Cómo eran esos lugares?

En la década de los noventa, viví durante algunos años a pocas cuadras del Pinus Pub, sobre Teniente Fariña e Iturbe. Recuerdo una madrugada, de regreso de una noche de copas en el Britannia, haber pasado frente al Pinus. La escena era la habitual. Con las primeras luces del día, los chicos y las chicas se arremolinaban en la vereda fumando los últimos cigarrillos con la mente turbia de tanta cerveza. Entonces allí la vi. Era una muchacha rubia, pequeña, con una blusa blanca que dejaba traslucir sus hermosas tetas. Frente a ella, sentado sobre el auto, un jovenzuelo, típico bastardo de poca monta, un malandro. Ella mamaba su polla sin prestar atención a lo que sucedía a su alrededor. Las drogas deben haberla tenido abstraida, perdida en un sueño lisérgico. Sentí compasión, deseos de abrazarla, de llevarla a mi casa, de pedirme que mame mi polla de esa manera durante el resto de nuestras vidas. El sol, poco a poco, nos fue expulsando, como vampiros.

´Durante muchos años pasé frente a Playboy y Karim sin atreverme a entrar. Miraba desde afuera con curiosidad y a la vez excitación. Tiempos de inocencia.

Es una anécdota maravillosa. Yo, en los noventa, recuerdo haber ido a la términal de ómnibus para despedir a mi pareja de aquel entonces y haber vuelto de madrugada caminando hasta el centro de Asunción por la Avenida Fernando de la Mora sin siquiera mosquearme. A mi paso saludaba a las muchachas que esperaban a sus clientes en la calle. Ahora no se me ocurriría hacerlo. Asunción ha cambiado mucho, creo yo. Por cierto, feroz calentura debe haberte dejado esa chiquilla de los besos. Ya me imagino de calzoncillos manchados con líquido preseminal que habrá tenido que lavar tu mamá.

¿Y dónde quedaban esos lugares?

Excelente. Es toda una descripción de la época. me parece que ya no se usa más eso de invitar bebidas ¡Por suerte!

Contanos tu experiencia ¿Cómo eran esos lugares? ¿QUé se encontraba por allí? ¿EN qué se parecían y en qué se diferenciaban? ¿Tenías preferencias?

¿Alguien, por ejemplo, visitó el local de "Playboy" ubicado sobre 14 de Mayo, casi Estrella? ¿Podría contarnos cómo era? ¿Quiénes circulaban por allí?

Este hilo es para todos aquellos que vivieron días de emoción y descontrol durante las décadas de los noventa, ochenta e incluso los setenta. ¿Cuáles eran sus vodeviles preferidos? ¿En qué lupanares dejaron tirada su vergüenza y calzoncillos? ¿Cuáles fueron las damas que más los hicieron suspirar en aquellos tiempos? ¿Alguien sufrió de amor? Anímense y cuenten todas sus experiencias para recordar esa Asunción de antaño con aroma jazmines y noches húmedas .

¿Precio?