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Que hacer con la mano durante el acto sexual


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Es clásico que en los juegos previos, en el apartado de ‘manualidades’, el receptor o receptora de tales caricias, jusssto cuando está en pleno disfrute y sintiendo que está a segundos del orgasmo, su pareja cambie el ritmo de los dedos o mano y el camino recorrido hacia el orgasmo se vaya directo a la alcantarilla.

Obviamente surge una especie de ansiedad por recobrar las sensaciones, incomodidad y por cuestiones de envío de señales a nivel cerebral es probable que el estímulo no se perciba con la misma efectividad o placer, y claro en el caso de los hombres puede haber pérdida de erección. En cuanto percibimos que el estímulo que resultaba efectivo cambió, pedimos casi a gritos : ‘No, no lo cambies’, ‘Como lo estabas haciendo hace un ratito… no así no, como hace rato… (¡Me lleva la…! entre líneas)’.

Eso por lo regular se deriva del cansancio, es natural. De pronto ya la mano, los dedos, antebrazo y cada músculo que se conecta, comienza a estar adolorido. Digo, siendo la otra parte, quien estimula, no negaremos que hay ocasiones en que estamos casi rezando ‘¡Por favor, Arcángel Miguel, ¡que ya termine! ¡O se me va a necrosar la mano!’.

Es por eso que son imprescindibles tres factores:

Uno- Tomar una postura cómoda para la mano. Por ejemplo, no esperen que los dedos de un hombre sean muy ágiles si están de frente y él, además, está luchando con sus jeans puestos, esos con los que ustedes señoras se ven maravillosas pero que aman tanto que no se quitan -literal- ¡ni para el coito! Es de esa manera más fácil que la mano se canse. Opten por estar de espaldas a él o a un lado. En el caso opuesto, como mujer, es común la estimulación manual al pene, por ejemplo, en el auto. O sea, cada uno sentado en el asiento de conductor y copiloto respectivamente. Estimular a un hombre cuando lo tienes de lado, no es fácil. Lo mejor es hacerlo de frente. Eso permite comodidad a los músculos que se integran. No se trata de estimular con los dedos emulando los de un arrítico o ya en franca ‘manita de puerco’.

Dos- Para evitar que el cansancio los asalte justo cuando la otra parte está a dos de volar por las estrellas, administren el movimiento y su energía. Sé que no se puede pronosticar qué tanto se tardará esa persona en llegar al orgasmo. No hay estadísticas, todos somos impredecibles. Las mujeres, sobre todo, hay días que en dos segundos inexplicables ya llegamos. Entonces, léan su lenguaje corporal. Vayan poco a poco, además es más provechoso en cuanto a funcionalidad y cuando vean que esa persona está cerca, puede, pue-den, apresurar el ritmo. Eso sí, si ven que él o ella están disfrutando como locos, no lo cambien. A veces la lentitud es más efectiva, si tienen duda (y esa persona no se está expresando), pregunten de manera sensualona o hasta en un franco dirty talk, si quieren más rápido o más intenso el movimiento.

Y Tres. Hablen. Exprésense. Algunas chavas se sienten inadecuadas si comentan cómo están percibiendo los estímulos, en ocasiones éstos son muy rápidos o demasiado lentos, o muy fuetes; hasta dolorosos y no decimos nada por el detalle cultural que nos ancla, que pregona ‘Él debe enseñarte qué y cómo DEBE gustarte’. Como si él habitara tu cuerpo. Nadie puede enseñarte qué te gusta y qué no. Se descubre. Y, claro porque socialmente nos enseñaron que él -al pertenecer al género masculino- está más experimentado que tú o ‘le sabe más’. Y por ende, ‘así debe ser’; pensamos ‘No pus esto así tiene que ser porque él debe saber cómo y tengo que acostumbrarme a que me guste’. No es cosa de género. Ningún hombre nace con un chip integrado sobre cómo satisfacer a una mujer. Eso, es cuestión de descubrimiento también. Y no depende de haber tenido decenas de amante, cada quién sus números. Con una persona con la que realmente te conectes eróticamente y en términos de comunicación efectiva, puedes aprender más que en cien años encerrado con un harén. En cuanto a las féminas, ya hemos platicado aquí sobre el concepto de ‘la mujer evolucionada sexualmente que está naciendo en nuestra era’. Hay que integrarse, las llamamos aquí ‘Las chicas libélula’, celebrando la libertad que algunas herramientas nos dan, como la Píldora de la Libélula, que está sacando a muchas de sus emergencias.

Y… muchos hombres tampoco suelen ser muy expresivos. Creen que hacer solicitudes a la ‘novia santa’, a la chica ‘bien’ será majadero o la harán sentir de bajo perfil. Nada qué ver. Con naturalidad, con confianza. Ella tampoco nació sabiendo. Si algo les resulta incómodo o hasta doloroso, díganlo. Simple. Muchas, pero muchas de las lesiones sobre todo leves en genitales cuando se dan estimulaciones provienen justo de las manos, porque es fácil creer que nos estamos luciendo cuando en realidad estamos traumando la zona. Ojo.

Así que aplíquense. Verán que esos dos factores dan otro panorama a esas maravillosas ‘manualidades’. Prueben. Y esas manos harán maravillas.

Saludos y a practicar

Fuente: http://www.elsyreyes.com/comodidad-mejor-estimulacion/

manos-y-erotismo.jpg

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Es clásico que en los juegos previos, en el apartado de ‘manualidades’, el receptor o receptora de tales caricias, jusssto cuando está en pleno disfrute y sintiendo que está a segundos del orgasmo, su pareja cambie el ritmo de los dedos o mano y el camino recorrido hacia el orgasmo se vaya directo a la alcantarilla.

Obviamente surge una especie de ansiedad por recobrar las sensaciones, incomodidad y por cuestiones de envío de señales a nivel cerebral es probable que el estímulo no se perciba con la misma efectividad o placer, y claro en el caso de los hombres puede haber pérdida de erección. En cuanto percibimos que el estímulo que resultaba efectivo cambió, pedimos casi a gritos : ‘No, no lo cambies’, ‘Como lo estabas haciendo hace un ratito… no así no, como hace rato… (¡Me lleva la…! entre líneas)’.

Eso por lo regular se deriva del cansancio, es natural. De pronto ya la mano, los dedos, antebrazo y cada músculo que se conecta, comienza a estar adolorido. Digo, siendo la otra parte, quien estimula, no negaremos que hay ocasiones en que estamos casi rezando ‘¡Por favor, Arcángel Miguel, ¡que ya termine! ¡O se me va a necrosar la mano!’.

Es por eso que son imprescindibles tres factores:

Uno- Tomar una postura cómoda para la mano. Por ejemplo, no esperen que los dedos de un hombre sean muy ágiles si están de frente y él, además, está luchando con sus jeans puestos, esos con los que ustedes señoras se ven maravillosas pero que aman tanto que no se quitan -literal- ¡ni para el coito! Es de esa manera más fácil que la mano se canse. Opten por estar de espaldas a él o a un lado. En el caso opuesto, como mujer, es común la estimulación manual al pene, por ejemplo, en el auto. O sea, cada uno sentado en el asiento de conductor y copiloto respectivamente. Estimular a un hombre cuando lo tienes de lado, no es fácil. Lo mejor es hacerlo de frente. Eso permite comodidad a los músculos que se integran. No se trata de estimular con los dedos emulando los de un arrítico o ya en franca ‘manita de puerco’.

Dos- Para evitar que el cansancio los asalte justo cuando la otra parte está a dos de volar por las estrellas, administren el movimiento y su energía. Sé que no se puede pronosticar qué tanto se tardará esa persona en llegar al orgasmo. No hay estadísticas, todos somos impredecibles. Las mujeres, sobre todo, hay días que en dos segundos inexplicables ya llegamos. Entonces, léan su lenguaje corporal. Vayan poco a poco, además es más provechoso en cuanto a funcionalidad y cuando vean que esa persona está cerca, puede, pue-den, apresurar el ritmo. Eso sí, si ven que él o ella están disfrutando como locos, no lo cambien. A veces la lentitud es más efectiva, si tienen duda (y esa persona no se está expresando), pregunten de manera sensualona o hasta en un franco dirty talk, si quieren más rápido o más intenso el movimiento.

Y Tres. Hablen. Exprésense. Algunas chavas se sienten inadecuadas si comentan cómo están percibiendo los estímulos, en ocasiones éstos son muy rápidos o demasiado lentos, o muy fuetes; hasta dolorosos y no decimos nada por el detalle cultural que nos ancla, que pregona ‘Él debe enseñarte qué y cómo DEBE gustarte’. Como si él habitara tu cuerpo. Nadie puede enseñarte qué te gusta y qué no. Se descubre. Y, claro porque socialmente nos enseñaron que él -al pertenecer al género masculino- está más experimentado que tú o ‘le sabe más’. Y por ende, ‘así debe ser’; pensamos ‘No pus esto así tiene que ser porque él debe saber cómo y tengo que acostumbrarme a que me guste’. No es cosa de género. Ningún hombre nace con un chip integrado sobre cómo satisfacer a una mujer. Eso, es cuestión de descubrimiento también. Y no depende de haber tenido decenas de amante, cada quién sus números. Con una persona con la que realmente te conectes eróticamente y en términos de comunicación efectiva, puedes aprender más que en cien años encerrado con un harén. En cuanto a las féminas, ya hemos platicado aquí sobre el concepto de ‘la mujer evolucionada sexualmente que está naciendo en nuestra era’. Hay que integrarse, las llamamos aquí ‘Las chicas libélula’, celebrando la libertad que algunas herramientas nos dan, como la Píldora de la Libélula, que está sacando a muchas de sus emergencias.

Y… muchos hombres tampoco suelen ser muy expresivos. Creen que hacer solicitudes a la ‘novia santa’, a la chica ‘bien’ será majadero o la harán sentir de bajo perfil. Nada qué ver. Con naturalidad, con confianza. Ella tampoco nació sabiendo. Si algo les resulta incómodo o hasta doloroso, díganlo. Simple. Muchas, pero muchas de las lesiones sobre todo leves en genitales cuando se dan estimulaciones provienen justo de las manos, porque es fácil creer que nos estamos luciendo cuando en realidad estamos traumando la zona. Ojo.

Así que aplíquense. Verán que esos dos factores dan otro panorama a esas maravillosas ‘manualidades’. Prueben. Y esas manos harán maravillas.

Saludos y a practicar

Fuente: http://www.elsyreyes.com/comodidad-mejor-estimulacion/

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Un dedo en tu culo y otro en el de la gigi y problema solucionado chicos.No hay que darle tantas vueltas a la cosa... :D :D

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Invitado Petronio

Un dedo en tu culo y otro en el de la gigi y problema solucionado chicos.No hay que darle tantas vueltas a la cosa... :D :D

Que capacidad de simplificar la resolucion de planteamientos tienes Artista :lol: :lol: :lol:

Solucionado el tema jajajajaja

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  • 1 mes más tarde...

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